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lunes, 12 de abril de 2010

Mano de obra informática: ¿La experiencia no sirve?

12/03/2010 - Recursos Humanos TI

Por Gabriela Salem (*) Cuando se habla de mano de obra calificada en informática -y quizás no solo en esta disciplina- se produce una especie de contradicción, ya que la mayoría de las empresas y consultoras, si no todas, llegada la hora de elegir, prefieren jóvenes con título, normalmente de entre 22 y 28 años de edad.

Por los avisos que suelen publicarse, se advierten dos cosas: una, que es improbable que quien se busca, sea experto en todo lo que se solicita; otra, que es prácticamente imposible que, aquéllos que cumplan con los requisitos de edad, puedan alcanzar tales conocimientos.

Esa contradicción pareciera repetirse cuando los postulantes presentan un currículum con mucha experiencia y conocimientos, dado que por una cuestión económica y/o falta de confianza, se les dice “Ud está sobrecalificado para lo que necesitamos”. Y esto está verdaderamente mal.

Hace poco, un directivo de una reconocida empresa hizo una observación que me preocupó: su opinión fue que sería difícil que un profesional de más de 45 años pudiese ingresar a trabajar con ellos porque preferían reclutar personas sin tanto conocimiento, dijo, ya que les interesaba “formarlos desde adentro, sin vicios”.

En mi opinión, esta idea es cuestionable, ya que si bien es probable que tales personas con experiencia tengan anteriores vicios, debe admitirse que gran parte de los jóvenes recién recibidos o próximos a hacerlo, traigan otro vicio peor, difícil de desarraigar, que es la infidelidad.

En la mayoría de los casos, está demostrado que estos jóvenes ingresan como “trainée” a la organización y, apenas adquieren algo de conocimiento, se van de la empresa sin haberles permitido recuperar lo invertido en él.

Dicho esto, sugiero que las empresas en general, no solo por cuestión de imagen, sino para proponer mayor profesionalismo, debieran no solo no aceptar que los jóvenes paseen de un lado al otro seducidos por el mejor postor, sino ayudar a las entidades académicas a que se propicie la ética como materia obligatoria en sus carreras.

Pero el tema es hoy qué hacemos con los mayores de 45, generalmente sobrecalificados, que seguramente llevan consigo un gran bagaje de conocimientos. ¡Pobre país aquel que tenga muchas empresas que crean que la experiencia de sus mayores no ayuda a construir un futuro mejor!

* Ingeniera, certificada en SAP HR